Horacio Muñoz Fernández coordina un libro que aborda la doble relación entre el cine y la filosofía: aquella en la que el cine es objeto y medio para la reflexión filosófica, y aquella en la que el propio cine se presenta como modo de filosofía. El volumen recoge planteamientos actuales de la teoría del cine conjugando visiones analíticas y continentales.

Horacio Muñoz Fernández (coord.)
Filosofía y cine. Filosofía sobre cine y cine como filosofía
Prensas de la Universidad de Zaragoza
Año de edición: 2020
 256
 1.ª
 Español
 15 x 22 cm
 Rústica con solapas
 Humanidades
 978-84-1340-062-4

¿Qué relación existe entre el cine y la filosofía, entre la narración y el pensamiento, entre la imagen y el concepto?¿Qué tipo de pensamiento o conocimiento puede ofrecer el cine y las películas? ¿Qué quiere el cine de la filosofía? ¿Y la filosofía del cine? ¿Puede el cine asimilarse a la filosofía? ¿Puede hacerse filosofía a través del cine o toda la filosofía que se hace es siempre una proyección de filosofía que no tiene nada que ver con el cine ni con las películas? ¿Puede el cine hacer algo más que ilustrar ideas filosóficas previas? ¿Pueden los cineastas transmitir con sus películas ideas filosóficas originales? ¿Existe un pensamiento cinematográfico que se resiste a ser traducido al lenguaje conceptual y reducido al discurso filosófico? ¿Qué piensan los filósofos sobre el cine? Son muchas las cuestiones que surgen cuando reflexionamos sobre las relaciones entre el cine y la filosofía. La comprensión de esta relación y de las múltiples cuestiones que suscita han variado dependiendo de la concepción o la tradición filosófica desde las que se enfoquen: analítica o continental.

Esta última siempre ha sido más propensa a pensar las relaciones entre el arte y la filosofía de una manera no antagónica. Desde los románticos que concibieron el arte como órgano de la filosofía hasta Jacques Derrida que concibió la filosofía y la literatura como ámbitos que son afectados y corrompidos gracias a la participación de cada uno en el otro, pasando por Heidegger y su defensa de la vecindad entre poesía y pensamiento, en la tradición continental el arte y la filosofía siempre han establecido conexiones, fusiones o inversiones entre ellos. Para la tradición continental el cine se concibe como una especie de fenómeno de sentido, ya sea estético o político, que a veces puede necesitar de una interpretación para sacar a la luz su verdad. Por el contrario, la tradición analítica concibe el cine desde una órbita más naturalista en donde este aparece como un fenómeno de significación que puede ser objetivable mediante métodos racionales y enfoques empíricos. Aunque las respuestas a las preguntas puedan ser afirmativas, los continentales defienden la idea de que el cine puede aportar a la filosofía un tipo de conocimiento perceptual, sensitivo e intuitivo capaz de generar nuevos conceptos e ideas para la filosofía, reconfigurar el espacio de lo decible y lo sensible o ayudarnos a recuperar lo ordinario.

Los analíticos, en cambio, a veces conciben la relación del cine y la filosofía desde la tradición de los experimentos mentales, mantienen que en el cine los aspectos filosóficos siempre están subordinados a los artísticos y narrativos, y que pocas veces suelen ser pensamientos o ideas originales, o sencillamente niegan que exista ningún tipo de vinculación real más allá de la retórica o metafórica que algunos autores quieren establecer.

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Horacio Muñoz Fernández es doctor en Filosofía y licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Salamanca y máster en Gestión Cultural por la Universidad Carlos III. Es autor de Posnarrativo: el cine más allá de la narración, ha coeditado Jugar con la memoria: el cine portugués del siglo XXI y ha participado en varios libros colectivos de cine como Rainer Werner FassbinderSolo quiero que me amen, Abel Ferrara. El tormento y el éxtasis o Cuerpos, pulsión de muerte.